
La maloclusión dental: causas y cómo tratarla
La maloclusión dental sucede cuando el engranaje del maxilar superior y el inferior no encajan correctamente, llegando a producir un alineado defectuoso de nuestros dientes.
Esta patología oral, también conocida como “mala mordida”, se debe a diversos factores: causas hereditarias, defectos congénitos, hábitos adquiridos en la primera etapa de la vida o algún accidente en las primeras etapas de la vida:
Cuando existe una gran diferencia entre el tamaño de la mandíbula superior e inferior, o una diferencia entre el tamaño de la arcada y los dientes, provocando apiñamiento dental y, por consiguiente, una mordida irregular.
Cada vez es más frecuente que los niños se chupen el dedo durante los primeros cinco años de vida. Este hábito de la infancia, junto con presionar los dientes con la lengua, suponen que la dentición del niño no se desarrolle correctamente, provocando una mala oclusión.
Cuando se produce la pérdida de alguna de las piezas dentales, los dientes adyacentes tienden a moverse para suplir el espacio faltante. Esto hace que la mordida se modifique y no encaje de manera correcta. Sufrir un golpe o fractura en la mandíbula es otra de las causas que pueden determinar una maloclusión dental.
¿Cuál es el tratamiento ante una mala oclusión dental?
La ortodoncia suele ser la solución habitual ante la maloclusión dental.
La manera de detectar posibles maloclusiones dentales y, en función del grado de gravedad, valorar qué tratamiento es el más adecuado, es acudir a Clínica Dental Ramírez Moreno de manera periódica. Es fundamental que nuestros expertos revisen el estado de tu dentición, como mínimo, cada 6 meses.
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